Es imposible hablar de comida reconfortante sin mencionar los macarrones con queso. Es un plato bastante sencillo que es tan simple como delicioso.
Es bastante fácil de hacer con un puñado de ingredientes básicos y suele estar listo en cuestión de minutos. Sin embargo, tanto si haces macarrones con queso caseros como de caja, es importante medir los ingredientes o puedes acabar con una salsa de queso líquida.
Cuando esto ocurre, lo primero que puedes hacer es volver a la receta para ver si te has saltado algo o has añadido muy poco o demasiado de algo.
Los pequeños errores pueden arreglarse fácilmente y puedes ajustar los ingredientes en consecuencia. Pero, ¿y si no funciona?
¿Cómo se espesan los macarrones con queso? Hay 5 formas sencillas de espesar una salsa de queso líquida: puedes utilizar maicena como agente espesante, usar un poco de yema de huevo, añadir más queso, hacer un poco más de bechamel o cocerla a fuego lento hasta que se evapore el exceso de agua.
Puedes probar cualquier opción que te parezca más atractiva y seguro que consigues que la salsa de queso se espese hasta alcanzar la consistencia y el sabor deseados.
Sigue leyendo para conocer las instrucciones paso a paso sobre cómo espesar la salsa de queso y así entender mejor la situación cuando se te presente y necesites arreglar tus macarrones con queso lo antes posible:
Cómo espesar la salsa de queso
No te preocupes si tu salsa de queso acaba un poco más líquida de lo que querías. Todo el mundo comete errores, incluso con algo tan sencillo como los macarrones con queso. La buena noticia es que se puede arreglar fácilmente.
Dependiendo de lo que tengas en tu despensa y de lo que te parezca más factible, aquí tienes 5 formas de espesar la salsa de macarrones con queso.
1. Utiliza un espesante de almidón
Los espesantes, como la maicena y la harina, son productos básicos de la despensa y suelen encontrarse en cualquier cocina. Utilizarlos para espesar las salsas es un método muy común para una gran variedad de platos.
Puedes utilizar cualquiera de los dos dependiendo de tus preferencias y de lo que tengas a mano. El proceso es bastante fácil y te dará los resultados deseados en pocos minutos.
Cómo espesar la salsa de queso con maicena o harina
- Mezcla 1 ó 2 cucharaditas de maicena o harina con aproximadamente media taza de agua fría.
- Bátelo bien para asegurarte de que no hay grumos.
- Mézclalo lentamente en la salsa de queso, una cucharadita cada vez.
- No te precipites en el proceso y no añadas la mezcla de golpe.
- Deja que la salsa se cocine a fuego lento durante unos minutos para que no haya un exceso de sabor a almidón en los macarrones con queso.
- Comprueba el espesor de la salsa para ver si tiene la consistencia deseada. Si crees que todavía está un poco líquida, puedes probar a añadir más cantidad de maicena o harina.
2. Utiliza la yema de huevo
Si no tienes maicena o harina en tu cocina, puedes utilizar la siguiente mejor alternativa para espesar la salsa de queso: la yema de huevo.
La yema de huevo es un gran agente espesante y la prefieren algunos cocineros para espesar sus salsas. El método es bastante fácil y muy similar al uso de la maicena o la harina.
Cómo espesar la salsa de queso con yema de huevo
- Bate bien una yema de huevo en un bol aparte.
- Añade lentamente la salsa de queso a la mezcla de huevo hasta que tengas aproximadamente 1 taza del líquido para trabajar.
- A continuación, bate suavemente la yema de huevo en el resto de la salsa de queso en una cacerola a fuego lento.
- Remueve con frecuencia hasta que la salsa de queso espese y alcance la consistencia deseada.
Nota: Probablemente no necesitarás añadir una yema de huevo entera a la salsa de queso. A veces, bastará con un poco y la salsa espesará fácilmente. No añadas demasiado y usa tu mejor criterio para decidir cuánto es suficiente.
3. Cocer a fuego lento
Una técnica básica que no requiere ningún ingrediente adicional, cocer a fuego lento la salsa de queso es una forma estupenda de espesarla y eliminar la humedad sobrante.
A menudo es el método principal y más preferido, cocer a fuego lento un líquido debería ser lo primero que se intenta cuando se tiene que trabajar con una salsa líquida.
Cómo espesar la salsa de queso cociéndola a fuego lento
- Pon la salsa de queso en una cacerola y ponla al fuego.
- Ajusta el fuego y ponla a cocer a fuego lento.
- Remueve la salsa de queso con regularidad para que se evapore el exceso de agua.
- Asegúrate de vigilar la salsa mientras se cocina a fuego lento para evitar que se queme.
- Apaga el fuego cuando alcance la consistencia deseada.
Nota: No dejes que hierva a fuego fuerte, ya que puede hacer que los lácteos se separen y arruinar la textura de la salsa.
4. Añade más queso
No existe el exceso de queso. Añadir más queso es una solución 3 en 1 para que tu salsa de queso no sólo sea más espesa, sino también más cremosa y cursi.
Para este método puedes utilizar queso rallado o en dados, ya que ambos son excelentes agentes espesantes.
Cómo espesar la salsa de queso añadiendo más queso
- Vierte la salsa de queso en una cacerola y colócala en el fogón a fuego lento.
- Añade el queso rallado o cortado en dados a la salsa mientras revuelves constantemente para mezclar los ingredientes.
- Apaga el fuego cuando todo el queso se haya incorporado a la salsa y haya espesado según tus necesidades.
Nota: Si te pasas con el queso y añades demasiado, lo que es muy probable si eres un amante del queso como nosotros, podrías acabar con una salsa demasiado espesa. Puedes solucionar este problema añadiendo una cucharada de leche a la salsa para diluirla un poco.
5. Añade una nueva salsa bechamel
Todas las salsas de queso comienzan como una salsa bechamel que se hace con leche espesada con harina, mantequilla y algunos otros ingredientes.
Para este método, debes volver a lo básico y hacer una nueva salsa bechamel para añadirla a la salsa de queso líquida. Es uno de los mejores métodos por los que puedes optar sin alterar el sabor de la salsa de queso.
Cómo espesar la salsa de queso añadiendo una nueva bechamel
- Haz una nueva salsa bechamel en una sartén aparte combinando harina, nuez moscada rallada, laurel, mantequilla, cebolla y leche.
- Cuécela a fuego lento hasta que rompa a hervir.
- Apaga el fuego y déjalo reposar tapado durante 15 minutos.
- Cuela la mezcla para eliminar el exceso de cebolla y la hoja de laurel y conseguir una consistencia suave.
- Derrite la mantequilla en un cazo a fuego medio.
- Añade la harina y cocina durante 1 minuto aproximadamente.
- Sigue removiendo para formar un roux y añade poco a poco la mezcla de leche colada.
- Remuévelo bien con un batidor hasta que todo esté bien combinado.
- Una vez listo, añádelo a la salsa de queso líquida, asegurándote de cocerlo a fuego lento hasta que ambas salsas se hayan incorporado bien entre sí.
- Comprueba la consistencia deseada y ten cuidado de no quemar la salsa de queso.
Preguntas relacionadas
Ahora que hemos cubierto todo lo que hay que saber sobre cómo espesar la salsa de queso para conseguir unos macarrones con queso perfectos, aquí tienes algunas preguntas adicionales que pensamos que podrías tener:
¿Cómo se arregla una salsa de queso espesa?
Una salsa de queso espesa y con grumos es un problema tan grande como una salsa líquida. Puedes acabar con unos macarrones con queso espesos por varias razones, y añadir demasiado queso o harina son dos de las más comunes.
Por suerte, hay formas sencillas de arreglar unos macarrones con queso espesos, incluso utilizando ingredientes básicos muy fáciles de conseguir.
Para que la salsa recupere su consistencia perfecta, tienes que añadir algo de líquido en forma de agua, leche o nata. Asegúrate de añadir sólo un poco o podrías acabar con una salsa de queso insípida con sabores diluidos.
Otro truco estupendo pero no tan utilizado es añadir caldo. Puedes probar con caldo de pollo, de ternera o de verduras, según tu gusto, que no sólo ayudará a suavizar la textura, sino que añadirá un gran sabor a la salsa sin diluir su gusto.
¿Cómo se arregla la salsa de queso insípida?
Si por alguna razón tu salsa de queso se vuelve insípida, puedes empezar añadiendo un poco de sal. Si eso no funciona, puedes probar a añadir pimienta negra, nuez moscada, pimienta de cayena, mostaza en polvo o algún condimento italiano.

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