Las colmenillas son una de las setas más apreciadas del mundo, pero mucha gente no sabe que en realidad no se cultivan, sino que sólo se recogen en la naturaleza.
Por ello, sólo puedes conseguir setas morillas frescas en primavera. Durante todo el año, si compras colmenillas, serán secas.
Sin embargo, una de las mejores cosas que puedes hacer es comprar las colmenillas a principios de la primavera, y encontrar la manera de prepararlas tú mismo para almacenarlas.
Así que te estarás preguntando: “¿se pueden congelar las colmenillas?”. La respuesta es sí, puedes congelar las colmenillas. Es importante no congelar las colmenillas crudas porque no mantendrán su sabor ni su textura cuando las recalientes. La mejor manera de prepararlas es hirviéndolas o salteándolas antes de congelarlas.
Sigue leyendo para conocer los métodos paso a paso para preparar las colmenillas para su congelación.
¿Qué es una colmenilla?
Una colmenilla es una seta que pertenece al género Morchella. En realidad, nadie sabe cuántas variedades de colmenillas hay, porque cada año se descubren nuevas y surgen variedades diferentes.
Como hay tantas variantes de colmenillas, su aspecto puede ser muy diferente, así que no te preocupes si las colmenillas que compras en un lugar son diferentes de las que compras en otro.
Las únicas cosas que comparten las colmenillas son la forma rugosa de nido de abeja del exterior y el capuchón que se introduce directamente en el tallo.
Pero aparte de eso, hay una enorme diferencia en el aspecto de las colmenillas. De color marrón a gris, más pequeñas que la yema de tu dedo a más grandes que tu puño, cuadradas a ovaladas, recorren toda la gama.
Cómo congelar las colmenillas
Lo primero que debes saber al congelar tus colmenillas es que no puedes congelarlas crudas.
Congelar tus setas crudas puede arruinar su sabor, pero esto no será detectable hasta que se cocinen y se sirvan, arruinando todo el plato.
Hay dos formas de preparar tus colmenillas para congelarlas.
- El método de hervido, y
- El método de salteado
Hervir las setas para congelarlas
El método de hervido para conservar las colmenillas es sencillo.
Coloca las setas enteras en una olla con agua hirviendo y llévalas a ebullición durante unos 5 minutos.
Una vez hervidas, vierte las setas en bolsas de congelación, quita el aire, séllalas y congélalas.
Saltear las setas para congelarlas
Lo mejor es preparar y congelar las colmenillas en lotes de 1 libra. Esta receta supone que vas a trabajar con medio kilo de colmenillas.
Deja las setas en agua ligeramente salada durante 1-2 minutos, removiendo o agitando de vez en cuando.
Mientras haces esto, derrite 2 cucharadas de mantequilla en una sartén a fuego medio.
Añade las setas a la sartén, baja el fuego a medio-bajo y cocina durante 5 minutos. Las setas deben haber soltado su líquido cuando estén hechas.
Recoge las setas y su líquido, y añádelas a bolsas de congelación. En dos bolsas de congelación cabe medio kilo de setas. Añade el líquido a las bolsas porque ayuda a proteger las setas y conserva el sabor.
Congélalas inmediatamente, y se conservarán durante aproximadamente 1 año.
¿Por qué a la gente le gustan las colmenillas?
La razón más evidente es su sabor. Las colmenillas son deliciosas y tienen un sabor diferente al de otras setas.
La gente a la que no le gustan las setas suele decir que su textura es viscosa o babosa. En cambio, las colmenillas son carnosas, con una consistencia más espesa y un profundo sabor a nuez.
La segunda razón es la demanda. Como a la gente le encantan las colmenillas, han adquirido la reputación de ser la seta de los entendidos.
La gente quiere hacerse con ellas cada vez más por el prestigio que conlleva su nombre, o simplemente para ver si la realidad está a la altura del bombo.
Si unimos esto a la baja disponibilidad (en relación con otras setas) de las colmenillas, tenemos la receta del deseo.
Cómo comprar colmenillas
Al comprar colmenillas, debes buscar una seta que esté blanda al tocarla, ligeramente húmeda y esponjosa. No deberían deformarse notablemente, ni comprimirse demasiado.
Las colmenillas frescas también tienen un olor característico, muy natural y que recuerda al del bosque.
Otras formas de conservar las colmenillas
No sólo tienes que congelar tus colmenillas como hemos descrito antes. Hay múltiples opciones a tu disposición, y todas tienen sus ventajas y desventajas.
Almacenar las colmenillas frescas
Almacenar las colmenillas en la nevera es el método más sencillo, pero el menos eficaz.
Si se colocan en la nevera y se cuidan adecuadamente, las colmenillas tienen una vida útil de 5 a 7 días en el mejor de los casos.
Si sabes que las vas a utilizar pronto, guárdalas en una bolsa de papel (no de plástico por la condensación) o en un cuenco con una toalla de papel húmeda encima.
Así se mantendrán en su mejor estado durante el mayor tiempo posible.
Liofilización de las colmenas
Si tienes la suerte de tener un liofilizador, la liofilización de las colmenillas es una opción fantástica.
Una colmenilla liofilizada durará al menos 20 años y conservará más del 95% de su valor nutritivo. Y lo que es mejor, cuando se rehidrata, una colmenilla liofilizada será básicamente indistinguible de una recién recogida.
Una máquina de liofilización no es una pequeña inversión, pero no hay mejor manera de conservar las setas.
Cómo descongelar las colmenillas
Cuando llegue el momento de descongelar tus setas Morel, no las dejes en la encimera, y definitivamente no las metas en el horno ni en el microondas.
En su lugar, debes dejarlas en el frigorífico durante 1 hora. Esto permite que las setas se descongelen lentamente.
No te preocupes si, después de esa hora, las setas siguen pareciendo congeladas. Siempre que hayan tenido al menos una hora para descongelarse, es seguro ponerlas directamente en tu plato.
¿Hay otras formas de conservar las colmenillas?
Sí. Si no tienes espacio en tu congelador, o simplemente no quieres congelarlas, puedes secar fácilmente las colmenillas en tu propia casa.
Hay tres métodos que puedes utilizar para secar tus colmenillas. El secado al aire, el secado al horno o el uso de un secador de alimentos.
En primer lugar, sumerge las setas en agua con sal, removiéndolas de vez en cuando. Hazlo durante 1 ó 2 minutos para que se libere la suciedad o la arenilla que haya quedado atrapada en la seta.
No las dejes más de unos minutos, ya que se beberán el agua y será mucho más difícil secarlas.
Cualquier seta que supere la altura de tu pulgar (unos 5 cm) debe partirse por la mitad, de arriba abajo.
Con un secador de alimentos, ponlo a 110 grados y déjalo durante unas 10 horas.
Para secar al aire, ensarta cada seta en una cuerda fuerte (el hilo dental es ideal) y déjala en un lugar seco y oscuro de 24 a 48 horas.
Para secarlas al horno, ensarta las setas como se ha dicho antes, y átalas a una rejilla del horno para que cuelguen y tengan un amplio espacio entre ellas.
Pon el horno a la temperatura más baja, deja la puerta un poco abierta para que circule el aire y déjalo de 8 a 10 horas.
¿Cómo se conservan las colmenillas secas?
Lo primero que hay que saber es que las colmenillas secas son mucho más fáciles de almacenar.
Puedes guardar las colmenillas secas en recipientes herméticos a temperatura ambiente.
También puedes conservar las colmenillas liofilizadas hasta un año.
¿Cómo rehidrato mis colmenillas?
Para rehidratar las colmenillas, basta con ponerlas en un cuenco con agua fría. Al cabo de 15 ó 20 minutos, volverán a la normalidad, conservando su forma y textura frescas.
Este método funciona mejor si puedes mantener las setas bajo el agua.
Una vez hechas, el agua conservará una buena cantidad de sabor, y te recomendamos que la utilices en tu cocina.
¿Puedo recoger mis propias colmenillas?
Teniendo en cuenta que todas las colmenillas se recogen de forma silvestre y no de cultivo, puedes recoger las tuyas propias, pero si no sabes lo que estás haciendo, es una actividad arriesgada.
Vamos a repetirlo. A menos que estés 100% seguro de lo que estás recogiendo, no comas nada que hayas recogido tú mismo.
Hay muchas variedades de falsas colmenillas que parecen muy similares a las verdaderas, pero son mortalmente venenosas.
Dicho esto, a las colmenillas, como a todas las setas, les gustan las zonas húmedas con mucha sombra. Es de esperar que las encuentres cerca de los árboles, concretamente del álamo, el fresno, el olmo y el roble.
Cuando recojas colmenas, asegúrate de llevar un cuchillo. Corta lo más cerca posible del suelo, sin ensuciar la seta.
No las arranques, pues de lo contrario acabarás con los tallos rotos.
A la hora de almacenarlas, lo mejor son los métodos tradicionales. Una cesta de tejido abierto con un paño encima les permite respirar y evita que suden hasta que los lleves a casa.
No las apiles demasiado porque las del fondo se magullarán.
Independientemente de cómo las consigas, ahora ya sabes todo lo que necesitas saber para congelar y conservar tus colmenillas, ¡para poder disfrutar de ese delicado sabor durante todo el año!

¡Hola! Me llamo Alex. Empecé este sitio web, sinceramente, porque alguien me dijo que no podía. Dijeron que no quedaba sitio en el mundo para “otro bloguero gastronómico”. Ahora bien, puede que no tenga el gusto más adquirido, y puede que no sea un chef profesional, pero eso no significa que no tenga algunas ideas y estrategias estupendas. Este sitio web está lleno de consejos fáciles y prácticos para congelar, recalentar, deshidratar o cualquier otra cosa que puedas hacer con la comida. Los artículos están escritos por expertos en alimentación, chefs, cocineros caseros y yo. ¡Tu amigo, Alex!
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