¿A qué saben las alcachofas?

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Alcachofas

Las alcachofas son conocidas en todo el mundo por su sabor único. Pueden utilizarse en salsas o comerse solas.

Si no has probado este alimento antes, sin duda vale la pena hacerlo. Las alcachofas pueden parecerte intimidantes por su aspecto duro como el de un cactus, pero créenos, ¡hacen que tu pasta, sopa y salsas sean deliciosas!

¿A qué saben las alcachofas? Las alcachofas tienen un sabor terroso y a nuez en general. Las alcachofas crudas tienen un sabor más amargo que las hervidas, cocidas al vapor o fritas, que son más robustas y tienen un sabor más fresco.

Para saber más sobre el sabor y los diferentes métodos de cocción, ¡entremos de lleno!

¿Qué es una alcachofa?

Las alcachofas son una de las verduras cultivadas más antiguas. Florecen en hermosas flores de color púrpura. Sin embargo, la parte comestible de una alcachofa, llamada cardo, se produce antes de que florezca la flor.

Hay una interesante historia sobre su descubrimiento en la mitología griega. Se cree que el propio Zeus la creó. Se dice que cuando Zeus se enfadó con una mujer a la que convirtió en diosa, la devolvió en forma de alcachofa.

Mucha gente cree que las alcachofas son originarias de la región mediterránea y se utilizaban mucho en la cocina italiana de la época.

Más tarde, los comerciantes holandeses la introdujeron en Inglaterra, y luego se extendió por todo el mundo.

En la actualidad, existen más de 100 variedades de alcachofas.

Entre ellas están la alcachofa de Jerusalén, la alcachofa Corazón Grande, la alcachofa Estrella Imperial, la alcachofa Castel y otras. Aun así, la más popular y común es la alcachofa Green Globe.

¿Cómo es una alcachofa? 

El perfil general de la alcachofa se basa en varios factores como el sabor, el olor, la textura, el color y las técnicas de cocción. Todos ellos combinados dan lugar a una receta de alcachofa que hace la boca agua.

Para que lo entiendas mejor, a continuación veremos cada uno de estos factores por separado.

Sabor

Las distintas variedades de alcachofa suelen tener sabores diferentes. Por ejemplo, algunos tipos pueden tener un sabor terroso y saber a apio, mientras que otros pueden saber más a nabo.

En general, sin embargo, el sabor de las alcachofas no es muy potente. Las alcachofas crudas tienen un sabor amargo, mientras que las cocidas tienen un sabor más terroso o a nuez, según la forma de cocción. 

Con el tiempo, la alcachofa empezará a perder su textura y sabor, así que si no piensas cocinarlas enseguida, asegúrate de guardarlas en la nevera.

Olor

Como la alcachofa es una planta con flores, tiene un olor terroso parecido al del apio. 

Textura

Las hojas o pétalos de las alcachofas tienen una textura crujiente y densa, pero a medida que te acercas a su corazón, la textura se vuelve más suave. Por eso, a veces el corazón de las alcachofas se vende por separado.

Además, es importante cocinar bien las alcachofas, porque conservan su textura dura y fibrosa si las cocinas poco. Y si las cocinas en exceso, se volverán pulposas.

Color

Puedes distinguir entre una alcachofa buena y una mala por su color.

Por lo general, una alcachofa fresca tiene un color verde intenso o ligeramente amarillo por fuera. Sin embargo, una vez cocida, cambia el color a beige o marrón dorado.

En cambio, una alcachofa rancia tendrá los bordes descoloridos o marrones. Esto significa simplemente que la alcachofa ha pasado su mejor momento y no debe utilizarse para cocinar. 

Sin embargo, si las puntas de las hojas siguen intactas pero descoloridas, indica que han sufrido daños por las heladas. Este tipo de alcachofa puede utilizarse para cocinar, ya que su calidad sigue siendo buena en general.

Técnicas de cocción

Puedes cocinar las alcachofas de varias maneras. Cada forma de cocción da un sabor y una textura diferentes a esta hortaliza. Así pues, veamos todo lo que puedes hacer con las alcachofas.

Alcachofas crudas

Te preguntarás si es seguro comer alcachofas crudas. Sí, puedes comer alcachofas crudas. Sin embargo, su sabor es muy diferente al que tienen cuando las hierves, las haces a la plancha o las cocinas al vapor.

Las alcachofas crudas tienen una textura dura y fibrosa. Su sabor es suave, pero con sabor a nuez y ligeramente amargo. Por ello, debes probar otros métodos de cocción.

Hervir y cocer al vapor

Esta es una de las formas más fáciles de cocinar alcachofas. Después de hervirlas, las alcachofas ya no conservan su tono verde intenso. 

Hervir las alcachofas las hace blandas y tiernas. Después de hervir las alcachofas, éstas habrán desarrollado un ligero toque de dulzura.

Freír en la sartén

Es la mejor manera de realzar el sabor de las alcachofas, ya que la fritura carameliza el azúcar ya presente en las alcachofas. 

En general, su sabor es mucho más intenso, como el de los espárragos.

Asar a la parrilla

Aunque asarlas no es la mejor manera de cocinarlas, es mejor que comerlas crudas. La mejor manera de asar las alcachofas es cocinarlas primero al vapor y luego a la parrilla para que tengan las marcas perfectas de la parrilla y estén tiernas.

Una vez asadas, las alcachofas dan un sabor ahumado como otros alimentos a la parrilla, acompañado de un poco de dulzor.

Cómo cocinar la alcachofa 

Hay muchas formas de cocinar las alcachofas, como hemos visto anteriormente. Aquí te daremos la receta paso a paso para cocinar las alcachofas de varias maneras, para que puedas tener unos platos de alcachofas deliciosos.

Alcachofas hervidas

Este es el plato perfecto para un fin de semana perezoso en el que quieres comer algo delicioso pero estás demasiado cansado para seguir un procedimiento de cocción elaborado. Sólo tienes que seguir los siguientes pasos y tu comida estará lista en un santiamén.

  1. Coge una tijera de cocina y recorta las puntas de las hojas.
  2. Corta la parte superior de la alcachofa para dejar al descubierto el interior de la flor.
  3. Coge una olla grande para que tus alcachofas quepan perfectamente en ella, y añade agua.
  4. Lleva el agua a ebullición y luego redúcela a fuego lento.
  5. Añade las alcachofas cortadas en rodajas. Asegúrate de que hay suficiente agua en la olla para que las alcachofas queden sumergidas en ella.
  6. Cuécelas durante unos 30 minutos. 
  7. Separa las hojas de la flor y enfríalas. 

Tus alcachofas cocidas están listas. Sumerge las hojas en tu salsa favorita y disfruta de esta comida sana y sabrosa. Además, asegúrate de sacar el estrangulamiento antes de comer el corazón.

Alcachofas fritas a la sartén

Mezcla y cocina unas alcachofas cortadas en aceite de oliva y tendrás otro plato listo en pocos minutos. Sigue esta sencilla receta que te damos a continuación y te enamorarás de las alcachofas como lo hicimos nosotros.

  1. Corta y tira la gruesa capa exterior de las hojas de alcachofa.
  2. Cuando llegues a las hojas interiores, corta el tallo dejando sólo unos dos centímetros.
  3. Corta la alcachofa por la mitad. A continuación, vuelve a cortar la media alcachofa en dos partes.
  4. Saca el estrangulamiento del corazón.
  5. Ahora, coge una sartén y calienta 3-4 cucharadas de aceite de oliva.
  6. Añade las alcachofas cortadas y cocínalas durante unos minutos hasta que se doren.
  7. Por último, cambia de lado y vuelve a cocinarlas hasta que se doren.
  8. Añade 1/2 taza de agua y cubre la sartén con una tapa. Cocina hasta que las alcachofas estén tiernas.

¡Tu plato está listo! Sírvelo inmediatamente, ya que sabe mejor cuando está caliente.

Alcachofas a la parrilla

Aunque las alcachofas no son ideales para asarlas, puedes asarlas después de cocinarlas al vapor. Esto dará una textura perfecta a tus alcachofas. Sigue esta sencilla receta y tus alcachofas a la parrilla estarán listas.

  1. Corta la alcachofa por la mitad y frótala con un trozo de limón.
  2. Retira el estrangulamiento antes de cocinarlas al vapor.
  3. Utiliza una vaporera y cuécelas durante unos 20 minutos. No hiervas, ya que las alcachofas pueden quedar demasiado blandas.
  4. Una vez cocidas al vapor, ponles un poco de aceite de oliva y colócalas en una parrilla con la parte plana hacia abajo.
  5. Ásalas durante unos minutos y gira las alcachofas en un ángulo de 45 grados.
  6. Por último, ásalas durante otros 10 minutos.

Sirve las alcachofas a la parrilla con algunas verduras salteadas y acompáñalas con una salsa cremosa. ¡Tu cena está lista!

Alcachofas al horno

¿Has oído hablar alguna vez de las alcachofas al horno? Esta receta es la mejor manera de hacer alcachofas rellenas. Así que, si tienes previsto organizar una fiesta, añade este plato a tu menú.

  1. Cuece previamente las alcachofas al vapor como se ha mencionado en la última receta.
  2. En una cacerola, añade un poco de nata y queso brie y cuece hasta que quede suave. Apaga el fuego.
  3. Añade un poco de queso y yema de huevo y sazona con pimienta.
  4. Precalienta el horno a 375°F.
  5. Ahora corta las alcachofas por la mitad, saca la parte púrpura y saca el corcho.
  6. Pon la salsa de queso en las alcachofas cortadas y colócalas en una bandeja de horno.
  7. Adorna las alcachofas con un poco de pan rallado, orégano, mantequilla y sal.
  8. Hornéalas durante unos 10 minutos hasta que el queso se derrita.

¡El aperitivo perfecto para la fiesta está listo! Sírvelas en caliente y disfruta de las alcachofas con queso.

¿Cuáles son los beneficios de comer alcachofas?

Si estás pensando en cocinar una alcachofa, aquí tienes algunos beneficios que hacen que este plato sea aún mejor.

Ricas en nutrientes

La alcachofa es un superalimento porque está llena de nutrientes como la vitamina K, la vitamina C, la fibra, el hierro, el calcio, el magnesio, el potasio y el fósforo. Además, está repleta de varios antioxidantes.

Estos nutrientes y antioxidantes pueden ayudar a regular la presión arterial, reducir el colesterol malo, mejorar la salud del hígado y mejorar la digestión.

Variedad de platos

Si te gusta probar algo nuevo, las alcachofas son para ti. Aunque tienen un sabor único, no es demasiado fuerte. 

Por lo tanto, puedes añadirlas a un montón de platos, como salsas cremosas, hummus, lasaña, pasta, ensalada, pizza, ¡y mucho, mucho más!

Las alcachofas realzan el sabor de todos tus platos, y tendrás algo nuevo cada vez que las añadas a cualquier plato.

Preguntas relacionadas

Ahora que hemos repasado a qué saben las alcachofas y cómo cocinarlas, ¡vamos a ver algunas preguntas relacionadas con el tema!

¿Cómo se puede saber si las alcachofas se han estropeado?

Las alcachofas suelen durar entre 3 y 4 días en el mostrador del supermercado. Sin embargo, pueden durar alrededor de 1 semana si se conservan adecuadamente en el frigorífico. 

Además, es muy importante lavarlas y limpiarlas bien antes de guardarlas. Si abres las alcachofas y no las conservas como se ha dicho, las alcachofas se estropearán. 

Entonces, ¿cómo puedes saber si tus alcachofas se han estropeado? Bueno, si notas que la textura de tu alcachofa se ha vuelto demasiado blanda o se deshace con una ligera presión, probablemente sea mejor tirarla.

Además, si la alcachofa huele o sabe mal de alguna manera, es mejor tirarla. Si observas que crece moho en la alcachofa, también es una señal de que se ha estropeado y hay que tirarla.

¿Se pueden congelar las alcachofas?

Sí, puedes congelar las alcachofas después de cocinarlas, pero no las crudas. Debes conservar las alcachofas crudas a temperatura ambiente. De lo contrario, su sabor se vuelve horrible. Además, al descongelarlas, su color se vuelve marrón.

Entonces, ¿cómo se congelan las alcachofas cocidas? Aquí tienes un sencillo procedimiento paso a paso para conservar tus alcachofas cocidas.

  • Corta y hierve las alcachofas como se ha mencionado anteriormente.
  • Una vez hechas, apaga el fuego y deja que permanezcan otros 5 minutos.
  • Después, escurre el exceso de agua y extiende las alcachofas sobre un paño limpio. Asegúrate de que estén completamente secas.
  • Ahora, divide las alcachofas en cantidades adecuadas para no descongelarlas todas la próxima vez.
  • Por último, ponlas en una bolsa de congelación. Ya están listas para entrar en tu congelador.

Esto aumentará la vida útil de tus alcachofas a 12 meses sin comprometer el color y el sabor. Como se trata de una verdura de temporada, de esta forma puedes guardarla para cocinar platos durante todo el año. 

Para descongelarlas, sácalas del congelador y envuélvelas en papel de aluminio. A continuación, colócalas sobre agua al vapor hasta que se descongelen, y luego procede a cocinarlas como quieras.

Alex Couto

¡Hola! Me llamo Alex. Empecé este sitio web, sinceramente, porque alguien me dijo que no podía. Dijeron que no quedaba sitio en el mundo para “otro bloguero gastronómico”. Ahora bien, puede que no tenga el gusto más adquirido, y puede que no sea un chef profesional, pero eso no significa que no tenga algunas ideas y estrategias estupendas. Este sitio web está lleno de consejos fáciles y prácticos para congelar, recalentar, deshidratar o cualquier otra cosa que puedas hacer con la comida. Los artículos están escritos por expertos en alimentación, chefs, cocineros caseros y yo. ¡Tu amigo, Alex!

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